La
educación primaria chilena tuvo como referente para sus primeros años las
Escuelas Normales. Fundadas en 1842 bajo el modelo implementado en Francia por
el sacerdote Jean-Baptiste de La Salle y plasmado en la Escuela Normal Superior
gala del año 1794, se desarrollaron en Chile hasta la década de 1970 con el
objetivo de formar profesores para los primeros años de enseñanza.
Así,
bajo la presidencia de Manuel Bulnes y siendo Ministro de Justicia e
Instrucción Pública don Manuel Montt, por decreto de 18 de enero de 1842 se
creó la primera Escuela Normal de Preceptores, la que abrió sus puertas en
Santiago el 14 de junio del mismo año bajo la dirección de Domingo Faustino
Sarmiento.
Doce
años después, por encargo del Presidente de la República a las Monjas Francesas
del Sagrado Corazón, encabezadas por la madre Ana Du Rousier, se creó la
primera Escuela Normal de Preceptoras, un hito importante que contribuyó a la
inserción de la mujer en el mundo profesional.
La
consolidación del sistema se debió en gran parte al impulso de José Abelardo
Núñez, abogado que asumió la Dirección de la Sociedad de Instrucción Primaria y
que publicó el año 1883 el libro Organización de las Escuelas Normales, texto
consular en la historia de la pedagogía en Chile.
A
pesar de problemas como falta de salas, carencia de equipamiento educativo y
poca dotación de maestros -había ocasiones en que sólo dos profesores dictaban
todas las materias: el director y el subdirector-, las escuelas normales se
transformaron en la base para la educación primaria chilena durante gran parte
de los siglos XIX y XX. Su regulación se estableció en la Ley Orgánica de las
Escuelas Normales de 1929, la que, además de regularizar los planes de estudio
a seis años, decretó que la formación de escuelas normales particulares debía
contar con la expresa autorización del Presidente de la República.
Por
la misma década de 1920 existían dos tipos de escuelas normales: urbanas y
rurales, ambas con una duración de estudios de seis años; los cuatro primeros
de cultura general y los dos últimos como ciclo profesional. El horario de
estudio comprendía cuarenta horas semanales para las urbanas y cuarenta y dos
para las rurales. Hacia 1953 habían 17 escuelas normales: siete urbanas, siete
rurales y tres particulares
Con
el fin de formar directores de escuela y perfeccionar a los profesores, en 1933
se creó la Escuela Normal Superior. Por decreto número 515 del 16 de marzo del
mismo año se designó como tal a la Escuela Normal Abelardo Núñez, nombre que se
le asignó a aquella primera escuela normal fundada en 1842.
La
reforma educacional implementada por el gobierno de Eduardo Frei Montalva en
1965 puso en marcha el curso especial de Formación de Profesores Primarios por
parte de la Universidad de Chile y otras instituciones de educación superior,
lo que significó la decadencia de las escuelas normales. Paulatinamente los
"Normalistas" pasaron a conocerse como Profesores de Estado en
Educación General Básica.
El
ocaso definitivo de las escuelas normales se dio bajo el gobierno de Augusto
Pinochet. El 10 de diciembre de 1973 se declaró en reorganización la enseñanza
normal y se le encargó a una comisión de especialistas que elaborara un informe
luego de 90 días, el cual propuso que la formación de profesores de educación
básica debía ser responsabilidad sólo de las universidades. Fue así como se
emitió un decreto ley el 11 de marzo de 1974 que estableció la formación
universitaria de los docentes y eliminó el sistema de las escuelas normales,
dando fin a una época de más de un siglo de formación del profesorado chileno.
Ver en pagina:
http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-100627.html
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